Pues lo pongo en principio por el fútbol. Porque Adriano ha llegado borracho al entrenamiento, porque Ronaldinho dice que le molan las discotecas y porque este sábado Ángel y yo tenemos una cita y dentro de poco, otra.
En seguidas porque no se puede divagar seriamente sobre la historia de amor entre un ángel y una lagartija cuando aparece un mexicano con pinta aparente de chino jugando con sombreros voladores de paja.
Y finalizando, porque estos son parte de mi infancia, porque hace mucho que no los escuchaba y joder, porque hay que ser un crack para abrirse un asador después de haber hecho lo que has hecho con tu vida.
Así que hoy, en lugar del Cirque du Soleil, Obús.
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