En estos tiempos que no apetece mucho salir a los dardos si no es que vamos todos, nos tocó vivir ayer una partida larga, larga y larga, con unos rastafaris aficionados al 19 y a meter puntos y puntos en un garito con una borracha gritona post depresiva y un novio de ella que iba al excusado tres veces al día y con una cena hecha de salchichas para mi y tortilla salada para el resto. Nos tocó vivir una noche con un aparcamiento a la primera por Malasaña, lejos, lejos del sitio y con pizza gratis para los cinco mendigos que andábamos por allí. Y una china que, como es mejor esto que los spaguettis, no quiso hacer negocio.
Eso sí, como estos jueguen a la vuelta igual, yo se de uno que va a hacer un Nacho Loco y otro que, por no ser necesario, se los va a comer con patatas. Jodido 39. Y no, no es un sueño, fue, simplemente, una partida.
Eso sí, como estos jueguen a la vuelta igual, yo se de uno que va a hacer un Nacho Loco y otro que, por no ser necesario, se los va a comer con patatas. Jodido 39. Y no, no es un sueño, fue, simplemente, una partida.
2 comentarios:
joder, siempre me pierdo las mejores noches
invitad a John James al equipo...
no ganaréis a los dardos, pero comeréis mortadela
Presidente del club de fans de R.
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